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Hay muchas cosas que se deben tener en cuenta cuando se elige un filtro de aire: desde comprender cómo funciona un filtro de aire hasta descifrar los términos comunes que se utilizan en la industria de la filtración. Por consiguiente, hemos recopilado la siguiente guía sobre los filtros de aire para ayudarle a comprender qué debería tener en cuenta y así dar con el mejor filtro para usted.

Cómo seleccionar el filtro de aire adecuado según la normativa ISO 16890

Se sabe que seleccionar el filtro adecuado puede reducir notablemente el gasto energético. La normativa ISO 16890 ha simplificado la elección del sistema de eficiencia de filtración más adecuado para su edificio. Todos los filtros de aire se clasifican de la A+ a la E; la A+ supone el máximo rendimiento energético y la E representa el mínimo. Consulte nuestra conversión de DIN EN 779:2012 a DIN EN ISO 16890 para seleccionar el filtro de aire más eficiente.

¿Cómo funciona un filtro de aire?

Conozca más sobre la mecánica de la filtración de aire

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Final de la vida

Hay dos aspectos que marcan el final de la vida útil de un filtro de aire: el daño y el polvo.

Durante su vida útil, un filtro puede estar expuesto a algún tratamiento brusco, a menudo incluso antes de instalarlo. Las unidades de tratamiento de aire a menudo están ubicadas en lugares de difícil acceso, por lo que los filtros se enfrentan a un viaje largo, y en ocasiones accidentado, hasta el lugar de instalación. Y una vez situado en una unidad de tratamiento de aire, las variaciones del flujo de aire y las partículas entrantes también pueden dañar el filtro o el marco. Si se dañan, el aire cargado de polvo puede pasar a través del filtro hasta la aplicación posterior, hasta las personas o hasta el equipo que se está tratando de proteger.

Tal vez el polvo no cause un fallo tan catastrófico o instantáneo, pero también contribuye al final de la vida útil de un filtro. A medida que el filtro separa el contaminante del flujo de aire entrante, el polvo se va acumulando en el medio del filtro. Esta capa de polvo bloquea el flujo de aire, lo que provoca rápidamente una caída de la presión, y por lo tanto un rápido aumento del consumo de energía. De hecho, un filtro nuevo representará alrededor del 25 % del consumo de energía de una unidad de tratamiento de aire. Un filtro sucio aumenta este valor al 50 %. Por lo tanto, si bien es tentador retrasar la sustitución de los filtros obstruidos el mayor tiempo posible, si se sustituyen demasiado tarde, a largo plazo podría suponer un mayor gasto.

Un diseño de por vida

Como fabricantes de filtros, nuestro objetivo es maximizar la vida útil de nuestros filtros para ofrecer el mejor producto posible a nuestros clientes. Para ello, elegimos los materiales más resistentes y los combinamos con la construcción más robusta posible. Además, también prolongamos la vida útil con nuevas formas para aumentar la capacidad de retención de polvo de nuestros filtros.

Por ejemplo, hemos desarrollado medios especiales de carga profunda. Aquí, el diseño de los medios permite que el polvo penetre más en las fibras en lugar de depositarse en la superficie. Esto retarda la acumulación de polvo en el medio, lo que significa que la caída de presión es menor durante más tiempo y se prolonga la vida útil del filtro.

Otro método para maximizar la capacidad de retención de polvo es la forma que damos al medio en el filtro. Por ejemplo, nuestros filtros de bolsa tienen bolsas individuales cónicas en el extremo. Estas bolsas cónicas cargan el polvo entrante uniformemente sobre toda la superficie de la bolsa. Esto significa que el filtro no se obstruye tan rápido como los que tienen bolsas en forma de U, que únicamente filtran el aire a través del extremo de cada bolsa individual.

Precio de compra

Es el coste más obvio, pero a veces resulta difícil comparar los filtros de aire de la competencia. Dos filtros que parecen similares en el catálogo (mismo tamaño, clase de filtro y otras características) pueden tener un rendimiento muy diferente durante su vida útil. Estas diferencias de rendimiento pueden surgir de las características de debajo de la superficie en la tecnología del medio y de otros elementos del diseño del filtro. Puede analizar más detalladamente estas diferencias en nuestro SlideShare: la mecánica de la filtración de aire.

Consumo de energía

No tiene cable de alimentación ni baterías, por lo que puede parecer extraño hablar del consumo energético de un filtro de aire. Pero un filtro consume energía por la resistencia que crea al flujo de aire del sistema de climatización. Cuanto mayor sea esta resistencia (o caída de presión), más dificultad tendrá el ventilador para desplazar el mismo volumen de aire.

Este consumo de energía es, con diferencia, el mayor coste de un filtro de aire. Eurovent, la asociación europea de fabricantes de equipos de tratamiento y refrigeración de aire, reveló que el 80 % del coste total de un filtro se debe al consumo de energía. En comparación, el precio de compra representó solo el 10 %. Por eso, un filtro con un precio de compra más asequible a largo plazo puede acabar costando mucho más.

Para ser más exactos, los filtros de aire representan el 15 % del uso de energía en un edificio comercial promedio. 

Mantenimiento

Aún no hemos perfeccionado los filtros de autoinstalación, por lo que aún necesitará al menos una persona para fijar los elementos del filtro en su unidad de tratamiento de aire. Una vez en su lugar, el filtro de aire precisará una inspección periódica para asegurar que está en buenas condiciones, y una limpieza ocasional para eliminar la suciedad más grande o el polvo. Tanto si estos trabajos los realiza un empleado como si es un proveedor de servicios externo, tendrán un coste.

Eliminación

Dejando de lado las aplicaciones especializadas, como la investigación biológica o la industria nuclear, la mayoría de los filtros de aire son relativamente fáciles de eliminar una vez ha llegado el final de su vida útil. Pero aun así puede ser un negocio costoso; la eliminación de un filtro de climatización suele costar alrededor de un tercio de su precio de compra y los productos con un medio de fibra de vidrio pueden ser incluso más costosos. Estos productos tienen que ir a vertederos, ya que no pueden incinerarse, y son más difíciles de sustituir por el riesgo de seguridad y salud del equipo de servicio.

Un filtro de aire de climatización normalmente tiene dos propósitos: proteger el resto de componentes del sistema de suministro de aire contra la suciedad y los daños, y proporcionar aire limpio y fresco a las personas del edificio. Puede tener otras aplicaciones muy concretas, como la protección de objetos en museos, pero generalmente el objetivo de un filtro de aire en edificios comerciales es proteger la salud de las personas y/o los equipos.

Para ello, un filtro de aire debe capturar el contaminante contenido en el flujo de aire entrante. Los diferentes filtros llevarán a cabo esta función a diferentes niveles en función de su tamaño, forma y diseño. Pero, en última instancia, el poder de retención de un filtro se reduce a la eficiencia de filtración. Cuanto mayor sea el número de partículas y menor el tamaño de las partículas que un filtro pueda separar, mayor será la eficiencia de filtración.

En la época de la norma EN779, la clase de filtración de los filtros de aire de climatización era F7. Ahora tenemos un nuevo estándar en ISO 16890, pero es muy probable que aún tenga un filtro F7 en su unidad de tratamiento del aire. No tiene nada de malo. Pero, ¿ha revisado alguna vez su sistema de filtros para determinar si está obteniendo el resultado deseado cuando compró el filtro de aire? Si no, no es el único. Pero cada vez son más empresas que están adoptando un enfoque diferente al adquirir filtros, un enfoque basado en generar el estándar de aire limpio que necesitan.

Maximizar la vida útil y el valor

  • Deje de mirar el reloj: Muchos filtros se sustituyen al cabo de un período predefinido, seis meses o un año, generalmente cuando el equipo de servicio técnico realiza la visita programada. Pero este enfoque tan rígido no tiene en cuenta el rendimiento de los diferentes filtros y los distintos entornos en los que están instalados. Durante un período predefinido, los filtros de un edificio pueden cargarse de polvo hasta el máximo, mientras que otros filtros pueden estar prácticamente limpios. Todo depende de la cantidad de partículas entrantes y de las capacidades de los filtros instalados. Por lo tanto, haga que el control de la caída de presión del sistema sea parte de la rutina de mantenimiento. Si el filtro supera la caída de presión final recomendada, es momento de sustituirlo. Y cuando busque recambios, elija filtros adecuados al nivel de partículas entrantes. Nuestro programa de gestión de filtros eco16 puede ayudarle a encontrar el filtro adecuado para su ambiente operativo.
  • Busque robustez: Un filtro roto sirve de poco para cualquiera, por lo que es importante que inspeccione visualmente con regularidad los filtros para detectar daños antes de que causen más problemas. Cuando vaya a sustituir los filtros, busque características de diseño que aporten robustez al filtro. Los marcos de plástico o de metal suelen ser preferibles a los de cartón. Las rejillas o protectores pueden ayudar a proteger los medios. Y otras medidas sencillas, como las asas de transporte, pueden evitar daños en el filtro durante la instalación y, por lo tanto, alargar su vida útil.
  • Compruebe la capacidad: La mayoría de los fabricantes detallan la capacidad de retención de polvo de los filtros en la documentación del producto. Si no lo hacen, solicite dicha información. Un filtro de aire con una mayor capacidad de retención de polvo es la forma más sencilla de maximizar la vida útil de su sistema de filtrado y de minimizar sus costes.
  • Centrarse en reducir el consumo de energía: Reducir el consumo de energía de un filtro de aire se basa en disminuir la resistencia que pone al flujo de aire. Si reducimos la caída de presión, podemos ajustar el ventilador o reiniciar el convertidor para que consuma menos energía. Para simplificar la tarea de buscar un filtro de aire energéticamente eficiente, Eurovent y sus miembros participantes han elaborado un esquema de clasificación del consumo de energía. Al igual que un televisor o una nevera, los productos se califican en una escala de A+ (el mejor) a E (el peor). En el caso de productos no incluidos en el esquema, como los filtros que ofrecen niveles más bajos y más altos de limpieza del aire, fíjese en los que tienen una menor caída de presión para minimizar el gasto de energía. Será alrededor del 80 % del costo total que supone un filtro, por lo que vale la pena considerarlo con detenimiento.
  • Elija una vida útil más larga: Cuanto más tiempo dure el filtro, más tiempo podrá retrasar el gasto instalación, eliminación y mantenimiento. Por lo tanto, busque productos que ofrezcan una vida útil más larga, generalmente son los que presentan una mayor capacidad de retención de polvo.
  • Busque una eliminación respetuosa con el medio ambiente (y con la cartera): La mejor manera de eliminar sus filtros usados ​​es mediante la incineración, ya que supone una recuperación de energía y no utiliza la capacidad de los vertederos. Pero los filtros con marco de metal y medios de fibra de vidrio no se pueden eliminar así. Por lo tanto, escoja filtros con marco de plástico y un medio sintético para reducir sus costes de eliminación y disminuir el impacto en el medio ambiente.

Filtración basada en resultados

Los filtros deben funcionar en todo tipo de entornos, desde ciudades con tiempo frío y húmedo hasta entornos rurales secos y cálidos. El tipo y el tamaño del contaminante a los que se enfrenta el filtro variarán drásticamente de una ubicación a otra, al igual que la humedad, la temperatura, el flujo de aire y otros factores que influyen en el rendimiento del filtro. De hecho, el entorno operativo y el tipo de contaminante a menudo variarán entre los edificios colindantes. Es por eso que un único enfoque para escoger los filtros puede comprometer la calidad del aire y poner en riesgo lo que se intenta proteger. Un enfoque basado en resultados que utiliza pruebas sólidas en el entorno operativo y sus objetivos puede garantizar la seguridad de las personas y del equipo del interior de su edificio, y también permitirle ahorrar dinero. Así es como funciona.

  • Decida partir de los resultados: Con más probabilidad, los filtros de climatización se instalan para proteger a las personas y los componentes. Nosotros, los humanos, somos lo más vulnerable y valioso de esas dos categorías, y si es seguro para las personas, es seguro para el resto del sistema de climatización. Por lo tanto, el resultado deseado de su sistema de filtración será proporcionar una calidad de aire segura para los habitantes del edificio. Afortunadamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice exactamente cuál es este nivel seguro: 20 mg/m³ para PM10 (partículas en suspensión de menos de 10 µm de diámetro) y 10 mg/m³ para PM2.5 (partículas en suspensión de menos de 2,5 µm).
  • Descubra a qué se enfrenta: Ahora que sabemos el resultado deseado, necesitamos determinar los niveles de los contaminantes entrantes. La mayoría de los países de todo el mundo publican los niveles de contaminación de sus regiones, a menudo con registros históricos detallados y, a veces, casi en tiempo real. Por lo tanto, con una rápida búsqueda en la web puede encontrar los niveles de PM10 y PM2.5 de su zona.
  • Saque cuentas: Una vez conozca los niveles de contaminación locales, puede calcular qué eficiencia de filtración eliminará la cantidad suficiente de contaminantes para proporcionar un nivel seguro de calidad del aire.
  • Use un tampón de seguridad o haga una inspección: Por supuesto, los niveles de contaminación del aire publicados no le darán un número preciso para su edificio en concreto. Los niveles de contaminación están lejos de ser estáticos, y la contaminación localizada causada por la construcción o la actividad industrial puede haber pasado por alto en los datos regionales publicados. Por lo tanto, recomendamos incluir un tampón de seguridad y elegir un filtro de entre un 10 y un 20 % más limpio de lo que los cálculos hayan sugerido. Esto cubrirá los períodos de alta contaminación y mitigará el riesgo de las fuentes de contaminación próximas.
    Mejor aún, pídale a su proveedor del sistema de filtración que realice una valoración de la calidad del aire de su edificio. Como parte de nuestro programa eco16, analizamos regularmente los centros de los clientes. Medimos el nivel de entrada y el tipo de contaminantes, y creamos una solución de filtrado a medida que garantiza una calidad de aire segura al menor precio posible. Obtenga más información sobre eco16 aquí.
  • Cuidado con los filtros con más especificaciones de las necesarias: Llegados a este punto, puede que se esté preguntando por qué no elegir la mayor eficiencia de filtración posible. Y la respuesta se basa en el coste. Los filtros de mayor eficiencia tienden a ser más caros y, puesto que están diseñados para atrapar partículas más finas, se cargan con polvo grueso mucho más rápidamente que los filtros de clases más bajas, lo que acorta considerablemente la vida útil.
    Pero la mayor implicación en cuanto a costes de utilizar filtros con más especificaciones de las necesarias es el consumo de energía. Un filtro de una clase demasiado obturará el flujo de aire y hará que el consumo de energía de todo el sistema de climatización aumente.